Mujer ejemplar, ¿dónde se hallará?
¡Es más valiosa que las piedras preciosas!
11 Su esposo confía plenamente en ella
y no necesita de ganancias mal habidas.
12 Ella le es fuente de bien, no de mal,
todos los días de su vida.
13 Anda en busca de lana y de lino,
y gustosa trabaja con sus manos.
14 Es como los barcos mercantes,
que traen de muy lejos su alimento.
15 Se levanta de madrugada,
da de comer a su familia
y asigna tareas a sus criadas.
16 Calcula el valor de un campo y lo compra;
con sus ganancias planta un viñedo.
17 Decidida se ciñe la cintura
y se apresta para el trabajo.
18 Se complace en la prosperidad de sus negocios,
y no se apaga su lámpara en la noche.
19 Con una mano sostiene el huso
y con la otra tuerce el hilo.
20 Tiende la mano al pobre,
y con ella sostiene al necesitado.
21 Si nieva, no tiene que preocuparse de su familia,
pues todos están bien abrigados.
22 Las colchas las cose ella misma,
y se viste de púrpura y lino fino.
23 Su esposo es respetado en la comunidad;
ocupa un puesto entre las autoridades del lugar.
24 Confecciona ropa de lino y la vende;
provee cinturones a los comerciantes.
25 Se reviste de fuerza y dignidad,
y afronta segura el porvenir.
26 Cuando habla, lo hace con sabiduría;
cuando instruye, lo hace con amor.
27 Está atenta a la marcha de su hogar,
y el pan que come no es fruto del ocio.
28 Sus hijos se levantan y la felicitan;
también su esposo la alaba:
29 «Muchas mujeres han realizado proezas,
pero tú las superas a todas.»
30 Engañoso es el encanto y pasajera la belleza;
la mujer que teme al Señor es digna de alabanza.
31 ¡Sean reconocidos sus logros,
y públicamente alabadas sus obras!
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