sábado, 16 de mayo de 2015

Los peligros del adulterio (Proverbios 5:7-14)



Pues bien, hijo mío, préstame atención
    y no te apartes de mis palabras.
Aléjate de la adúltera;
    no te acerques a la puerta de su casa,
para que no entregues a otros tu vigor,
    ni tus años a gente cruel;
10 para que no sacies con tu fuerza a gente extraña,
    ni vayan a dar en casa ajena tus esfuerzos.
11 Porque al final acabarás por llorar,
    cuando todo tu ser se haya consumido.
12 Y dirás: «¡Cómo pude aborrecer la corrección!
    ¡Cómo pudo mi corazón despreciar la disciplina!
13 No atendí a la voz de mis maestros,
    ni presté oído a mis instructores.
14 Ahora estoy al borde de la ruina,
    en medio de toda la comunidad.»



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